Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con una maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en la gran obra.
Su https://gretahpbs862609.tusblogos.com/38974275/razones-que-llevaron-a-zidane-a-cabecear-a-materazzi