Al aceptar los desafíos terrenales recordamos que nuestra verdadera ciudadanía está en los cielos, como menciona «Pero nosotros somos ciudadanos del cielo, donde vive el Señor Jesucristo; y ansiamos con muchas ganas verlo regresar como nuestro Salvador» La promesa de la vida eterna nos da esperanza y paz en https://baraja-espa-ola-significa68023.blogvivi.com/33023536/getting-my-esperanza-y-paz-en-la-biblia-to-work